El pasado fin de semana asistí a una Master Class impartida por Ingala Robl sobre Constelaciones Organizacionales de Empresas Familiares con un resultado interesante.
La forma de trabajo no era diferente a otras intervenciones sistémicas que conozco. Lo que sí vi como distinto fue la forma de acercamiento al tema. Anteriormente los facilitadores que yo había visto trabajaban desde el aspecto organizacional dejando atrás el aspecto familiar. O, más bien, efectuando intervenciones simbólicas o breves sobre la familia; Ingala Robl no. Ella da la misma prioridad a ambos sistemas aún cuando no realiza un trabajo propio de las Constelaciones Familiares. Dividiendo sencillamente el espacio con unas cuerdas, separa los sistemas para hacerlo comprensible a los participantes y asistentes.
«Las empresas familiares no pueden servir de nido para los hijos, tienen su función social propia más allá de la familia.»
Sacando algunas conclusiones estas serían:
-
Para tener una empresa bien organizada hay que organizar primero al sistema familiar.
- Muchas veces queremos ir a arreglar lo inmediato y no nos damos cuenta que la solución está en el origen. Al observar las dinámicas ocultas que producen el malestar en la empresa e ir a ver el sistema familiar, observamos cuáles y cuántas de esas provienen de allá.
-
Las dinámicas familiares se repiten en la empresa.
- Todo lo que produce desajuste, malestar, falta de avance, pérdida de negocio, etc., se ha vivido anteriormente en la familia.
- Si observamos algunos principios sistémicos nos daremos cuenta de que son dos sistemas diferentes y de que cada uno tiene su forma, su dinámica. Muchas veces estas se superponen.
- Pongamos por ejemplo el principio del Orden (todo sistema tiene su orden jerárquico):En una familia está claro (generalmente) quien es la madre, el padre, los hijos…, y eso no se puede modificar. En una empresa se puede cambiar ese orden. Los padres ceden el negocio (y las decisiones) a los hijos, pero en ocasiones no lo terminan de aceptar.
- En el Principio de Pertenencia (todo miembro del sistema tiene derecho a la misma); observamos que hay descendientes que si quieren pertenecer al sistema familiar, pero no al del negocio. Al desear otro trabajo/proyecto de vida diferente se sienten culpables y, quizá, hasta excluidos.
- La forma de madurar es separarse de la familia, de ese sistema, para poder montar otro propio. Y si, eso nos hace sentirnos culpables en parte. Pero ¿qué sucede cuando te quieres separar de sistema empresarial. ¿Puedes vivir con esa culpa?
«En las Empresas Familiares los miembros suelen ser «todólogos» . Todo el mundo “ hace de todo“. Eso dificulta mucho la definición de los cargos , con todo lo que eso conlleva».
-
La familia es soporte, la empresa es negocio.
- En la familia los padres dan y los hijos reciben. Los padres les han dado la vida. en la empresa el capital y el trabajo es que que decide la Compensación (tercer Principio Sistémico).
- Cuando existen fidelidades entre padres e hijos el sistema empresarial no avanza. Las decisiones del negocio no se pueden tomar dependiendo de cómo funciona el sistema familiar.
- La empresa no puede ser un lugar desde donde proteger económicamente a los hijos ni creación de empleo para los cuñados, yernos o nueras.
«Ningún negocio puede ser un hijo, es un servicio social por todo lo que hemos recibido».
Al recibir tanto de los padres, es famoso sentimiento de «culpa», nos puede permitir devolver a la sociedad algo de ese regalo. Ese algo puede ser una empresa que de a los demás otro regalo en forma de servicio, producto o empleo. Siempre desde y con amor, como diría Humberto Maturana.
Las Constelaciones Organizacionales de Empresas Familiares ponen orden en ambos sistemas, los equilibran dando visibilidad y pertenencia a todos los elementos de los diferentes sistemas. Y sobre todo establecen una forma compensatoria en el equilibrio entre el dar y el recibir, algo tan sensible a todos los humanos.
Si quieres más información de cómo trabajo la consultoría sistémica y las constelaciones pincha aquí.