Constelaciones de Empresa
Cuando alguien me pregunta si se trabajan igual las Constelaciones Familiares que las Constelaciones de Empresa, les digo que si pero con matices que las hacen más complejas. Hay diferencias fundamentales entre los dos que exigen una visión distinta entre ellos.
Hellinger descubrió y popularizó las Leyes Sistémicas que unen los sistemas familiares y comprobó que estos pueden mantenerse en el tiempo gracias a unas dinámicas ocultas que Constelaciones saca a la luz.
En los sistemas familiares la pertenencia (nadie puede estar excluido del sistema), el orden (el primero que llega al sistema tiene más derechos que el segundo) y el equilibrio entre el dar y el recibir en las relaciones humanas (generalmente entre iguales, esto cambia entre padres e hijos, los padres dan y los hijos toman), marcan el ritmo y la melodía.
Dentro de una empresa cambia algo sustancial, los miembros de la misma no están unidos a ella de por vida, como en una familia. En la empresa, la pertenencia es una elección temporal y en la familia se pertenece a ella incluso después de muerto.
Por ejemplo, en el momento que una persona deja una organización ¿cuánto tiempo dura el peso o la huella que ha dejado en ella?
Porque no es lo mismo para la organización, (ni para los que se quedan), que haya impulsado el crecimiento de la empresa y haya decidido abandonarla por algo mejor en su carrera, a que le hayan despedido.
¿Cómo repercuten estás elecciones en el sistema?¿Cuánto tiempo durará su efecto? ¿Esa huella permitirá crecer a la organización o al contrario, la lastrará?
Cómo se trabajan las Constelaciones de Empresa
Básicamente, y siguiendo a Guillermo Echegaray, los principios sistémicos aplicados a una organización son:
- Cada uno de sus miembros tiene igual derecho a tener su puesto dentro del sistema.
- Hay un orden correcto de posiciones dentro del sistema.
- En cualquier intercambio tiene que haber un adecuado equilibrio entre el dar y el recibir.
Siguiendo la primera “ley”, todos los que han pertenecido al sistema tiene su puesto dentro de él, especialmente sus fundadores.
Al parecer, las empresas de más éxito tienen muy presentes a sus fundadores a través de fotos visibles o por los sucesores y empleados que les nombran con asiduidad.
Cuando el derecho a la pertenencia se resiente, generalmente se refiere a hechos el pasado, por ejemplo, cuando alguien no ha sido reconocido, o directamente ignorado. Por ello, es sumamente importante que, desde el director general hasta el personal de la limpieza, sean reconocidos y valorados como parte fundamental de ese sistema.
Respecto al orden jerárquico, cuando cada elemento se encuentra en su lugar, la organización permanece tranquila y puede dedicarse a su labor, si, por el contrario, las personas están en lugares que no les corresponde, el sistema padece.
La empresa necesita dirección y personas que ayuden a mantener el barco en ese rumbo.
Por ejemplo, en una organización como un hospital, el primer lugar sistémico le corresponde a la dirección y gerencia y tras ellos los médicos, enfermería, etc. Estos últimos son los encargados de llevar a cabo las directrices marcadas por la organización, es decir, por la cúpula.
Respecto al equilibrio entre dar y recibir, al siendo todos personas, tiene que existir un intercambio entre iguales, como si de una pareja se tratara (Ver post relacionado) Existe una forma clara de mantener ese equilibrio que es a través de los salarios, y también podemos incluir los incentivos y promociones diversas.
Temáis como salir tarde del trabajo, hacer más de lo que corresponde o la conciliación familiar, entrarían en este apartado por lo que hay que revisar continuamente este delicado “dar y recibir”.
Poniendo un ejemplo, un empleado que sufre una injusticia se “hace fuerte”, se convierte en “ una víctima inocente” y se posiciona por encima de los demás, rompiendo también el orden.
Lo que trae de positivo las Constelaciones Empresariales o Configuraciones Sistémicas es, en esencia, que la organización es un sistema vivo que siente y que está viva, que la “totalidad es mayor que la suma de las partes”. Tener una visión sistémica es ponerle amor a las empresas que nacieron para crecer y ayudar a crecer a sus integrantes.