Toda sombra es, al fin y al cabo, hija de la luz y solo quien ha conocido la claridad y las tinieblas, la guerra y la paz, el ascenso y la caída, solo éste ha vivido de verdad. Stefan Zweig.
(Para conocer más sobre el tema y entender en profundidad este post, si no estás familiarizado con las Constelaciones Sociales, te recomiendo que leas primero este artículo y posteriormente este).
En septiembre de este año un grupo de aventureros y atrevidos comenzamos a explorar el terreno de las Constelaciones Sociales a través de sesiones presenciales y de grupos de trabajo. El resultado no puede ser más fructífero y esperanzador. Ahora quiero compartirte qué hemos hecho durante este tiempo y sus resultados.
Pero permíteme antes una pequeña digresión: Creo que venimos de la Unidad y vamos a la Unidad. Es decir, que no estamos separados de un Todo y que cada día que vemos Constelaciones de todo tipo lo comprobamos. ¿Cómo es posible que unas personas que no se conocen de nada encarnen los sentimientos, y hasta los gestos, de personas -y conceptos- que nunca han conocido? Muchas veces hago Constelaciones Ciegas (consisten en que nadie sepa a quién o a que están representando) con este fin: Que no haya contaminación con informaciones escuchadas anteriormente.¿Cómo es eso posible si no estuviéramos unidos por algo que es más grande que nosotros mismos, un sistema mayor, (por ponerle una palabra sin color)?
Ahora bien, todos pertenecemos a sistemas. Algunos son pequeños y otros son más grandes y contienen a los pequeños. No es lo mismo mirar a mi propia familia como sistema que mirar a mi país, que es un sistema que contiene a mi familia o que engloba a la empresa donde trabajo. Depende de donde pongamos la mirada sentiremos una cosa u otra: yo me siento triste al poner el foco en mi familia de origen, ya que he perdido a mis dos padres y, al tiempo, muy feliz si miro mi relación con mi trabajo de facilitador. ¿Y si miro a mi país? ¿Cómo me siento? ¿Me siento unido a ese sistema? ¿Y si pongo la mirada al planeta en el que vivo me siento unido a el?¿Separado?
Últimamente observo a mi hijo de doce años como se posiciona ante las guerras (ya sean mortíferas o palaciegas) que le ofrecen los medios y siento, y sé, que el tomar parte por un bando es necesario para él. Necesita posicionarse como muchacho preadolescente y elige nuevos sistemas al que pertenecer. Como todos nosotros, él vino de algo más grande, lo creamos o no. Por ejemplo, todos hemos sentido la separación del vientre materno al nacer y esa “separación” tan necesaria, hace que añoremos ese lugar. Como adolescentes, para comenzar con nuestras vidas de adultos, tenemos que separarnos de nuestras familias y comenzar a pertenecer a otros sistemas. Ahí es donde también aprendemos qué es la separación de algo mas grande que nos daba la seguridad: el nido familiar. Y, a medida que vamos pasando de sistema en sistema, ¿Acaso no estamos buscando el calor que daba la seguridad de un lugar común, no separado, sino unido? ¿Han estado nuestras almas juntas en algún espacio/tiempo y han necesitado separarse para añorarlo y volver a encontrarse? ¿Será necesario recorrer este camino y encontrar un sistema mayor que nosotros para sentir que somos iguales y que venimos de un Todo?
Mi hijo, al igual que nosotros, también necesita primero vivir lo qué significa estar no conectado para luego iniciar ese “camino de vuelta” hacia la totalidad. Esto es lo que veo en las Constelaciones Sociales: el deseo de regresar a un lugar más grande que lo que vemos en nuestro día a día.
Y afirmo que a nosotros, como adultos, nos definen los sistemas a los que pertenecemos y también somos los que definimos a esos sistemas desde nuestra visión limitada.
Y que, cuándo pertenecemos a esos sistemas sociales, ya sean políticos, religiosos o de barrio, nos estamos separando de algo más grande. Y eso produce dolor.
Mi hijo, como los que experimentamos ese proceso natural, necesita separarse de lo que somos para, en su proceso, volver a lo que fuimos. Yo mismo he vivido separado de la Unidad durante la mayor parte de mi vida y es comprensible: “El pensamiento sistémico describe precisamente este cambio (…) : no sufrimos por el estado de separación (…) sino que sufrimos por la no percepción de la realidad, de la conexión de nuestra existencia” (1). Esta afirmación de Siegfried Essen ilustra lo que vemos una y otra vez en las Constelaciones Sociales y Familiares: que, al pertenecer a sistemas cada vez mayores, el sistema más grande debe de ser el que nos una a toda la Humanidad, poniéndole el nombre que le pongamos. Y el no verlos, el no percibirlos, crea sufrimiento y dolor. Pareciera que somos unos eternos adolescentes buscando sistemas a los que podamos mirar cara a cara y que nos asustan los que nos hacen sentir más pequeños.
Es lógico que en un cerebro adolescente surja la necesidad de pertenecer a nuevos sistemas, los que sean, para diferenciarse de sus padres y así crecer. Aún cuando son fieles a algún “mandamiento” de la familia, a alguna fidelidad, también lo eligen siempre cuando sean conscientes. Y a medida que vamos creciendo ¿nos damos cuenta de que existe ese sistema llamado Humanidad, Naturaleza, Planeta, al que todos, sin excepción, pertenecemos? Yo creo que ese pálpito se encuentra en nosotros, tanto en las personas que sienten el vacío existencial, como en los que lo llenan de nombres, etiquetas, rituales o parafernalias.
¿Cuántas ideas, tanto sociales como religiosas, han deseado esto mismo? Quieren volver a la Unidad de donde venimos porque reconocen que somos elementos que pertenecen a sub-sistemas que se encuentran englobados dentro de otro(s) más grande(s).
La pertenencia sistémica nos hace vincularnos a nuestra familia de origen y posteriormente a los grupos adolescentes, y al mismo tiempo a la división que procura nuestro mundo dual: ¿Blanco o negro?¿Arriba o abajo? ¿Delante o detrás? Y ¡por qué no a ambos lados, colores o situaciones! O incluso a algo Más Grande…
Aquellos que anuncian que luchan en favor de Dios son siempre los hombres menos pacíficos de la Tierra. Como creen percibir mensajes celestiales, tienen sordos los oídos para toda palabra de humanidad. Stefan Zweig.
Y a esto es lo que nos dedicamos cuando nos juntamos en nuestras sesiones de Constelaciones Sociales, o mejor aún, en nuestros encuentros para Sanar el Trauma Social. Queremos comprender con nuestra mente y sentirlo más allá de nuestro corazón: que hay algo más grande que nosotros y que está aquí también. Por y gracias a esto, como representantes de las constelaciones, han surgido: “España, “la Cultura musulmana”, “la Modernidad”, “la Tradición”, “el Planeta”, “la Crisis Climática”, “la Violencia Machista”, “los Encarcelados en El Salvador”, “la Sexualidad Femenina en España”, “el Pueblo Catalán”, “el Resto del Pueblo Español” o “el Futuro de España”, entre otros. (Para la persona que no sepa sobre el funcionamiento de las Constelaciones grupales os remito a este artículo).
Quiero hacer especial hincapié en que somos nosotros, los que nos reunimos, los que presentamos los problemas sociales que nos atañen, tanto como trauma vivido, como un trauma social sufrido por nuestros ancestros o, incluso, un hecho que nos mueve sobremanera en la actualidad y que puede dar lugar a un conflicto futuro. Y así comenzamos a trabajar. ¿Con qué motivo? Para conseguir tener otras perspectivas, para hacernos nuevas preguntas que nos lleven por caminos y soluciones diferentes y, sobre todo, para sentirnos pertenecientes a “eso más grande”.
Y ahora si, pasemos al primer encuentro.
Durante la reunión se presentó un problema real traído de la mano de Maysoun Douas, española y de religión musulmana.
Pero es mejor que sea ella misma la que narre la Constelación Social. En cursiva su texto.
Constelación Entierro Digno
Maysoun trae este tema: No existe un lugar para enterrar a las personas que profesan la religión musulmana en Madrid y ha creado una petición a través de www.change.org: “La libertad religiosa recoge el derecho a recibir sepultura digna sin discriminación por motivos religiosos. Sin embargo, actualmente la Comunidad de Madrid solo cuenta con un cementerio musulmán: Griñón, a 40km del centro. Un lugar históricamente destinado a la “Guardia Mora” de Franco en la dictadura, que este diciembre notificó su colmatación (el límite de su capacidad). En julio, en vista de lo que iba a suceder, se aprobó la cesión de una parcela de 10.000 m2 en el Cementerio Sur de Carabanchel, pero, más de medio año después, no cuenta con un proyecto de adecuación.. Cerca de 300.000 personas en la Comunidad y 100.000 en la capital profesan la religión musulmana, donde se vuelve prácticamente imposible dar sepultura a sus fallecidos. Por ello muchos eligen la repatriación a países que ni siquiera han conocido en vida, pero donde saben que serán respetados sus deseos“.
Tras una entrevista delante de todo el grupo se llegó al acuerdo de que los representantes de la constelación serían los siguientes: 1.- La Voluntad Política 2.- El Odio 3.- Los Recursos 3.- El Entierro Digno 4.- La Ganancia Oculta.
Quiero destacar que queríamos ver como se relacionaban estos elementos en la constelación, ya que esto era lo que sabíamos y hablamos deducido como importante para observarlo en la dinámica sistémica sobre el tema en cuestión. Y dejamos una puerta abierta a una posible Ganancia Secundaria: ¿Qué es lo que se está ganando con este conflicto que no sabemos?
Posteriormente se fueron incorporando: 5.- La Opinión pública. 6.- España y 7.- El Mundo Musulmán.
Estas incorporaciones fueron sucediendo a medida que avanzaba la constelación y sugeridas por el facilitador, o sea, por mi.
Al comienzo hubo un momento en que los representantes se veían entre ellos, pero rápidamente el Entierro Digno se vio ninguneado y la tensión se notó entre la Voluntad Política, los Recursos y el Odio, aunque los Recursos intentaban acercarse tímidamente a la Voluntad Política, ésta no se veía atraída, y el Odio miraba desde una distancia media. Posteriormente, al introducir la Opinión Pública, que perseguía a la Voluntad Política, hubo un momento en que el Entierro Digno se acercó mientras el Odio se interponía entre ellos. Finalmente la tensión se trasladó a la relación entre los Recursos y la Opinión Pública hacia la Voluntad Política, que intentaba acercarse pero se veía apantallada por el Odio. La imagen era la siguiente: la Voluntad Política estaba angustiada con ganas, pero paralizada y acorralada por el Odio.
La constelación no se movía y fue entonces cuando decidí que entraran en la constelación los siguientes representantes: Al entrar España, la tensión se trasladó a la relación entre el Odio y España, con cierta distancia respecto al resto de los representantes, y evitando que otros, como Recursos o la Opinión Pública, incidieran en la Voluntad Política. Mientras el Entierro Digno seguía lejos contemplando con sensación de olvido.
Fue necesario introducir al Mundo Musulmán, que entró con una sensación de indignación y molestia. La entrada del Mundo Musulmán sirvió para que ese acercamiento que no surgía entre los demás representantes y esas tensiones que solo iban creciendo, fueran aminorándose. Y fueron evolucionando hacia honrar un pasado común y un reconocimiento de deuda histórica.
Fue ese el momento en el que el Entierro Digno se acercó, justo al ver cómo el representante de España honraba al representante del Mundo Musulmán, inclinándose ante él, y ver cómo el Odio se alejaba del resto de representantes que se iban acercando a la escena de reconocimiento. Así se reducía el agobio y el nudo en el estómago que la Voluntad Política fue acumulando durante la constelación. La Ganancia Oculta no se vio apelada en ningún momento, y su rol no fue echado en falta en ningún momento por el resto de los representantes.
Reflexiones:
– Ver como interaccionan las cuestiones representadas de forma autónoma me generó un alivio porque no eran mis estigmas o sesgos explicando la situación, lo que veía no dependía de mí.
– Descubrir las palancas de cambio o potencial cambio era muy claro, natural y sanador.
– Aunque la tensión era más intensa en quienes ejercían un rol de representantes, las personas que veíamos desde “fuera” el movimiento, los gestos, la falta de agentes, la incorporación de agentes, también lo vivimos….lo que me hace pensar en la cantidad de tensiones pasivas que vamos acumulando (sin soltar) y que impregnan nuestras acciones y emociones.
¿Me sirvió? Sin lugar a dudas. Al día siguiente de este ejercicio, asistimos algunas personas de la Plataforma por un Entierro Digno a la comisión del ayuntamiento donde se hablaba de los temas de la empresa funeraria, entre otros. El grupo municipal socialista preguntó cómo se iba a avanzar el tema del cementerio este mandato, y la respuesta fue evasiva, en línea con lo que ya sabíamos. Pero en petit comité el Gerente de la empresa nos dijo que su voluntad era resolverlo, aunque no ponía ni cómo no porqué ahora y no antes, y las excusas seguían muy en línea de su intervención.
Escuchar esas palabras y ver esa actitud fue amortiguada por lo que viví la tarde anterior. También sentí compasión por su figura, dado que el Gerente no tiene las llaves de esa puerta, y probablemente la Concejal del ramo tampoco, aunque haya que hacer el seguimiento correspondiente.
El ejercicio me sirvió también para conectar con el resto de las personas que integramos la plataforma, mejorar la comunicación y tomar decisiones operativas que nos estaban pesando. Una de esas decisiones fue registrarnos como asociación que ayude a la población musulmana, y aunque intenté eludir que me eligieran como presidenta, la elección fue por aclamación popular.
Ese mismo día +1 de la constelación, nos llegó respuesta del Defensor del Pueblo poniéndose serio ante la dejadez y titubeo de los responsables a nivel Ayuntamiento de Madrid.
¿Me sanó? Aunque en una primera aproximación no creí que fuera posible, era escéptica respecto al resultado, pero creo en las metodologías y prácticas físicas para resolver los problemas emocionales o conceptuales.
Puedo decir que hice las paces con aquello que puedo hacer, con los objetivos que puedo alcanzar y los que no. Así que en ese sentido, sané.
Mil gracias a todos y todas quienes habéis participado, y a los que os habéis interesado leyendo hasta aquí, y especialmente a Luis por su paciencia, compasión y buen hacer.
Y hasta aquí las palabras de Maysoun. Muchas gracias, querida, por tu valentía y aportación. Y muchas gracias a todos los que participaron en la experiencia.
No es hasta que nos damos cuenta de que significamos algo para los demás que no sentimos que hay un objetivo o propósito en nuestra existencia. Stefan Zweig.
En la Constelación anterior, hasta que no aparecieron unos representantes que, como sistemas más grandes, incluían a los anteriores, no se movió la constelación hacia imágenes sanadoras. Tanto “España” como “el Mundo Musulmán”, incluyen a los otros conceptos materializados en la constelación y traídos desde la experiencia cotidiana y lineal de la clienta, en este caso Maysoun Douas.
Abrirnos a ese lugar de pertenencia puede permitirnos comprender otros panoramas, formularnos otras preguntas diferentes a las habituales y, por supuesto, dar un lugar de reconocimiento y de integración a lo excluido.
Luis y Maysoun, muchísimas gracias por experimentar con las constelaciones sociales, y compartir esta experiencia tan enriquecedora. Al haber participado en alguna sesión de constelaciones familiares, no me cuesta entender todo el trasfondo de lo que esa sesión sacó a la luz, sencillamente pone los pelos de punta.
Me alegro, sobre todo, de que la constelación tuviera un reflejo inmediato en la realidad, ayudando a desbloquear el sistema, y permitiendo a la comunidad musulmana en Madrid, avanzar hacia una solución digna.
Impresionante el testimonio de Maysoun y el enfoque del tema con las constelaciones sociales. Me da un poco de tristeza que para pertenecer a un sistema menor, más cercano al individuo haya que olvidar otros sistemas superiores. Tal vez hay este el trabajo, en ser capaz de pertenecer a varios sistemas sin antagonismo. Aunque creo que la polarización está presente en el ser humano desde el principio de los tiempos. La supervivencia ancestral la necesita, o ellos o nosotros. Tal vez ligado a esos miedos rectilianos que debemos pasar a la conciencia. Constelamos?
Completamente de acuerdo contigo, Iván. La polarización proviene de un sistema de pensamiento dual que está presente en nosotros desde la noche de los tiempos. Lo polar es algo que podemos superar con mucho ánimo y coraje. Y las constelaciones son un maravilloso medio para conseguir ver este de una forma muy profunda. ¿Muchas gracias por tu comentario!Un abrazo!