Star Wars, Joker y el Pensamiento Sistémico – Las conciencias.
Las llamadas «ovejas negras» de las familias son en realidad «buscadores natos» de caminos de liberación para el árbol genealógico. Bert Hellinger
Esta frase de Hellinger ilustra genialmente lo que sucede en muchas de las narraciones de nuestra contemporaneidad. El personaje rebelde, el inconformista, el frustrado, es muy importante para el sistema. Le da información y, en ocasiones, luz. Es sanador. Y, muy probablemente, venga a desvelar algún patrón familiar oculto. La saga de Star Wars y Joker son solo un ejemplo más. (Para más información sobre el Pensamiento Sistémico entra aquí)
(Atención: a partir de aquí hay spoilers)
En la última película de las nueve que comenzara a crear George Lucas, se nos desvelan algunos de los interrogantes surgidos en las anteriores donde aparecieron nuevos personajes.
En la VII nos encontramos con Kylo Ren, nieto de Anakin Skywalker y Padme, y con Rey, de la que desconocemos su origen. Kylo, es hijo de Leia Skywalker y Han Solo. Y, como ya sabemos, honra la memoria de su abuelo Anakin, pero en su versión malvada («el lado oscuro de la fuerza»). Hay que honrar a los miembros del sistema y recuperar a los excluidos. Tanto es así que deja de ser Ben Solo para convertirse en el reparador de la memoria de Darth Vader. De esta forma se convierte en una nueva «oveja negra» para que su abuelo tenga un lugar en la familia.
En la película IX, Kylo se debate, de nuevo, entre ser fiel a su abuelo, el «lado oscuro», rechazado por la conciencia familiar o seguir los pasos de la otra parte de la familia, la «luminosa». Asimismo, Rey, nieta del Emperador Palpatine, (y posiblemente pariente de Kylo), tiene otra misión que cumplir. Su abuelo mató a su padre (como Kylo hizo con el suyo) y ella es la encargada de repetir este patrón, sin salirse del sistema, obedeciendo las lealtades invisibles. Es por ello por lo que Rey debe quitar la vida a su abuelo. La muchacha no rompe con el patrón que su conciencia familiar impone. De esta forma, no sería extraño comprobar cómo alguno de sus futuros descendientes le quitarían la vida en honor a esa conciencia en alguna continuación de la saga.
En resumen, Kylo parece ser el más rebelde y Rey la más sumisa, sistémicamente hablando.
Aquellos miembros del árbol que no se adaptan a las normas o tradiciones del Sistema Familia. Aquellos que desde pequeños buscaban constantemente revolucionar las creencias, yendo a contracorriente de los caminos marcados por las tradiciones familiares. Aquellos criticados, juzgados e incluso rechazados. Esos, por lo general, son los llamados a liberar el árbol de historias repetitivas. Bert Hellinger
¿Es Vader la oveja negra de la familia Skywalker? Si eso fuera así es muy necesario para el sistema. Gracias a él, los «rebeldes contra el Imperio» dotan de sentido a sus vidas. El «lado oscuro» de Star Wars es tan importante como el «lado luminoso». Son dos conceptos hartamente conocidos. Sin uno de ellos el otro no podría existir. Tanto es así que, en principio, la saga ha terminado con la supresión de una de ellas (la oscura) a través de sus personajes. Curiosamente, es Rey, nieta del Emperador, quien acaba con su abuelo y con el Lado Oscuro de la Fuerza. ¿Se trata de una forma de tomar esa rama de sus ancestros y hacerse con ellos? Sistémicamente no es así. es mucho más importante Kylo para el sistema que Rey.
En esta lectura, el «rebelde Kylo» es quien arregla, paradójicamente, el sistema «Skywalker» aunque perezca (¿el sacrificio mesiánico de fondo?). Y lo que consigue Rey es perpetuar la dinámica familiar, resultando la «vencedora» en las contiendas.
¿Está Star Wars siendo ciega a lo que el Pensamiento Sistémico puede aportar para mejorar y sanar?
El otro film que muestra cómo las dinámicas invisibles y la ocultación de la verdad no impiden que las consecuencias de los actos del pasado salgan a la luz, en forma grotesca incluso, es Joker.
En la película, Arthur Fleck quizá sea un psicótico, un esquizotípico, es decir un enfermo mental… Sea como sea, ha vivido con traumas infantiles, con desapego, el abandono… En una primera lectura, desde el punto de vista sistémico, está repitiendo el patrón de su madre: Penny Fleck, mujer desequilibrada, que ha inventado una fantasía para proteger a su hijo. Crea un «secreto familiar» e inventa una historia «esperanzadora» para dar lo mejor a Arthur. Lo que conduce a que, cuando la verdad aparece, la tragedia se precipite. Arthur se convierte en un Edipo en busca de la verdad y esta le precipita al vacío. Como el mito griego, el pasado de Joker es un patrón sistémico del que solo se puede salir traicionando a la familia.
Sin embargo, la realidad es que Arthur es adoptado y que el compañero sentimental de Penny abusaba de él en su niñez. Estos abusos infantiles son el origen de su risa perturbadora. Así que, con el conocimiento de su pasado, al igual que Edipo, mata a su madre adoptiva y comienza su precipitación al abismo.
¿Al convertirse en asesino público «reconocido» está rompiendo algún patrón familiar o, simplemente, desvela lo que estaba escondido?
Las que gritan rebeldía, reparan, desintoxican y crean una nueva y florecida rama. Incontables deseos reprimidos, sueños no realizados, talentos frustrados de nuestros ancestros. Se manifiestan en su rebeldía buscando realizarse. El árbol genealógico, por inercia, querrá seguir manteniendo el curso castrador y tóxico de su tronco. Lo cual hace de su tarea una labor difícil y conflictiva. Bert Hellinger.
Arthur Fleck, Joker, es una «oveja negra» dentro de la conciencia familiar y el resultado de la misma.
Nuestro antihéroe asume el patrón del padre adoptivo al convertirse en un criminal. La violencia que aprendió de pequeño le reivindica como perteneciente al sistema. Ser diferente no le causa más que problemas.
Arthur Fleck, en el film, se convierte en Joker para salirse del oculto patrón familiar y , paradójicamente de nuevo, parece más cuerdo cuando asume el rol de Joker.
Cuando creemos que estamos saliendo de los patrones familiares, ¿lo hacemos realmente o estamos satisfaciendo la conciencia del sistema?
Esto es lo que causa pavor y desconcierto emocional y racional en el público.
¿Cómo podemos identificarnos con un asesino? ¿Qué parte de él hay dentro de mí que se ve «casi» aplaudiendo al criminal?
Este efecto de identificación es el mismo que sucede en las modernas películas de gánsters. En ellas los mafiosos son los que encarnan el sentido del deber, de la responsabilidad y de una moral férrea frente a una sociedad corrupta. Otra contundente paradoja.
Joker es un excluido de la sociedad. Quiere pertenecer a ella pero no le admiten. La conciencia social puede permitir la corrupción institucionalizada y la degradación de los individuos a través del espectáculo, pero no a alguien que no encaja. Al salirse de esa conciencia, al luchar contra ella, al decidir matar, la conciencia social le persigue. Sin embargo, una parte de la sociedad se rebela también junto a él y le hacen válido para entrar en el sistema como un excluido, como un rebelde. Pero perteneciente al sistema y necesario como cualquier personaje del «lado oscuro» de Star Wars. Al salir a la «luz pública» está siendo integrado y convertido en «súper villano». Como, al mismo tiempo, todos sus seguidores, «ovejas negras» de la conciencia social, pero necesarias.
* Margaret Sanger: La rebelde de un sistema social.
Que buena reflexión! Y que compleja de entender y creer. Gracias Luis por compartir. Un abrazo, de oveja… negra, blanca o gris
Muchas gracias, Hugo. Oveja multicolor!!!!! jajaja
Muy buen artículo, creo que tambien podríamos incluir la mirada de Jung en el proceso de individuación de estos personajes, donde para poder ser auténticos necesitan reconciliarse con su sombra y no encontrarse la como destino inevitable, cosa que en Star Wars aparece casi inevitablemente, mientras que en el Joker hay negación de esa conciencia y parece haber una decisión de seguir perpetuamente un mito que le es heredado, desintegrado, destructivo del sí mismo.
Alex, muchas gracias por tu mensaje. Muy buena aportación lo de Jung! En Joker creo que se produce el proceso de autenticidad, pero al revés, en un giro grotesco, expresionista. ¿Qué te parece?